Muchos años de “aprender” enseñando, es la base del trabajo de ser docente de diseño. Cada trabajo de cada alumno es un aprendizaje tanto para él como para quien lo guía. Una de las sensaciones más lindas que se tiene como profesor es poder detenerse y observar todo el recorrido que ha hecho un alumno en un año de trabajo, reconociendo los logros, las fallas, las diferentes miradas y principalmente la evolución, que en la mayoría de los casos es positiva.
Hoy además de docente, soy director de carrera, un cargo que implica una mirada global de la manera en que formamos nuevos profesionales del diseño, y con el que seguiré aprendiendo.